Posted by Diana Albornoz



Historia del libro en la Edad Media

Hablar de la historia del libro es hablar implícitamente de la historia de la educación. Si bien éste no es el tema central de esta publicación, es necesario hacer una serie de puntualizaciones al respecto para poder comprender plenamente la función del libro en esta época y para poder reflexionar acerca de su función en la actualidad.

Según señala Jacques Le Goff en su libro Los intelectuales en la Edad Media los primeros intelectuales surgen en el siglo XII en el contexto de la consolidación de las ciudades, movimiento que modifica las estructuras políticas y sociales. El intelectual aparece como un hombre cuyo oficio es escribir o enseñar. Para ello dispone de una serie de instrumentos: libros, pupitre, pluma, etc, que lo distinguen del clérigo de la Alta Edad Media, cuya enseñanza era eminentemente oral. Esto genera un gran contraste con una etapa anterior denominada Renacimiento Carolingio (en referencia a Carlomagno, siglo ix), durante el cual se afianzan los estudios del latín, se ponen por escrito los primeros cantos épicos y se da un mayor impulso a la corrección de libros. Estos libros no están hechos para ser leidos sino para ser atesorados por las iglesias: son, ante todo, un bien económico.

En el siglo XII se produce un movimiento intelectual de suma importancia dado que comienzan a circular manuscritos que introducen la cultura greco-árabe en el occidente cristiano. A su vez, comienzan a constituirse importantes centros universitarios como Pars y Bologna. Sin embargo, el siglo XIII es el que marca un verdadero hito en la historia de la educación ya que las universidades se consolidan y logran su autonomia luchando tanto contra los poderes eclesiásticos como laicos. En este periodo se intensifica el uso del libro: es un producto industrial y un objeto comercial. En torno a las universidades se forma todo un pueblo de copistas.


Del rollo al libro impreso

La forma predominante del libro en la Antigüedad clásica era el rollo, rotulus, que medía un promedio de entre 6 y 9 metros de longitud. Se diferenciaba entre rollos de pergamino, el llamado rotulus, y el rollo de papiro, llamado volumen.

El pergamino recibe su nombre de la ciudad de Pérgamo y su uso está documentado desde el siglo ii ac. Se fabricaba con pieles de corderos, cabras y becerros. Fue sustituido por el papel alrededor del siglo xv. El papiro, por su parte, fue utilizado por los egipcios desde principios del siglo IIIac. Esta planta, que crece a orillas del Nilo era cortada en tiras muy finas que se superponian y apretaban una contra otra en direccion horizontal y vertical. Las piezas se pegaban en rollos largos y eran vendidas de ese modo.

El libro en formato de rollo conllevaba unaserie de dificultades para la lectura, esencialmente se trataba de un problema de espacio y de velocidad (era muy dificil buscar citas en ellos). Desde el siglo IV d.c. el códice fue sustituyendo al rollo.

En sus origenes los codices eran tablillas de madera enceradas sobre las que se escribia y que se mantenian agrupadas mediante un lazo. Mas tarde esas tablas de madera fueron desplazadas por el papiro y hojas de pergamino. El codice esta formado por hojas individuales que se doblan y se encajan unas en otras para formar pliegos. Debajo de las cubiertas de madera se sujetan varios pliegos en un formato semejante al del libro actual.

Este nuevo formato adoptado por el libro resulto mucho mas manipulable y permitía, a diferencia del rollo, escribir por las dos caras de la hoja. Pero los que encontraron aún más ventajas fueron los miniaturistas, quines podían realizar ilustraciones sobre la hoja plana sin temor a que se resquebrajara la pintura de sus obras. Esto resultó en la producción de verdaderas obras de arte cuya ornamentación nunca volvió a repetirse en la historia del libro.

Ahora bien, ¿Cómo se daba forma a un códice? En primer lugar, se limpiaban las pieles de los animales en una solución de agua de cal, se las tensaba en grandes bastidores y luego se las alisaba con piedra pómez. Para evitar que al escribir se hicieran borrones de tinta, la piel se recubría con una fina capa de greda (un tipo de arcilla arenosa). Despues se cortaba en grandes pliegos que se doblaban formando cuadernillos que se sujetaban, como ya se mencionó, debajo de tapas muy ricamente ornamentadas.

Una vez preparado el códice, estaba listo para que los copistas y los iluminadores realizaran su trabajo, que podía llevar años. Estos costosos ejemplares generalmente permanecian en monasterios y no podían ser consultados por cualquiera.

En el siglo XIII, con el auge de las universidades se hizo necesario disponer de grandes cantidades de libros con rapidez; los copistas desarrollaron entonces un sistema denominado pecia mediante el cual un número de estudiantes (entre 6 y 10) se dividía los capitulos de una obra y cada uno de ellos reproducia numeros copias de un unico capitulo. De este modo, el trabajo de copiado se realizaba con mayor rapidez y era posible obtener una mayor cantidad de ejemplares. Este sistema favoreció la circulación de los apuntes de clases de los maestros famosos, lo cual dio lugar a un tipo de libros baratos y sin ilustraciones que es el antecesor de nustro actual manual.

This entry was posted on martes, 15 de julio de 2008 at 11:37 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

2 comentarios

Feliz cumpleaños!!

me gustó tu blog... hermoso diseño, y muy interesante contenido
valioso aporte...

besos

11 de junio de 2009, 13:24
Anónimo  

Muy interesante. Espero que continués con la historia, que además de bien escrita ilustra mucho. Gracias.

14 de octubre de 2009, 17:50

Publicar un comentario